RAJOY SE DISCULPA Y PASA EL BALÓN

Dice Dick Morris (2003) en El nuevo príncipe que cuando existe una mentira o error de campaña lo mejor que puede hacer el candidato o portavoz en cuestión es pedir disculpas y pasar la página rápidamente hacia otros temas. Se trata de una recomendación simple, casi de sentido común, aunque sorprende como se pueden encontrar casos en los que el político oculta su error hasta que ya no puede taparlo más.

Rajoy lee, no es momento de improvisar.
Rajoy lee, no es momento de improvisar.

Hoy el Partido Popular español, no sin cierto retraso se puede argumentar, ejecutó de forma inteligente esta recomendación. A Mariano Rajoy no se le da maravillosamente el tema del discurso, quizá se trata del caso de un hombre de partido al que le toca afrontar crisis que exigen grandes comunicadores. Pero sabiendo perfectamente sus capacidades, cosa que algunos grandes oradores sobreestiman, se dedicó simplemente a leer un comunicado en el Congreso de los Diputados.

Palabras sencillas, nada de adornos. Las disculpas sinceras deben ir en esta línea, son a fin de cuentas más normales y creíbles. No hace falta un Cervantes para pedir perdón. Retomando las recomendaciones de Morris, podemos dividir su consejo en dos partes:

  1. Acepte la culpa y pida perdón: es lo básico, no se trata de tapar una mentira con otra, al final en política, y mucho más en el mundo interconectado de hoy, todo se sabe. Como dicen las escrituras bíblicas “no hay nada nuevo bajo el sol.” Y los ciudadanos lo saben. Por el contrario, les molesta con razón que quieran verles cara de tontos. En esto basó Rajoy gran parte de su intervención de hoy a lo que sentenció “La democracia no puede admitir que nadie juegue con la confianza que los ciudadanos depositan en quienes los administran.” Situándose discursivamente del lado de la ciudadanía crítica con los corruptos.
  2. Pase al siguiente tema: en vista de que la corrupción es un tema palpable tanto en la agenda de medios como en la ciudadana, Rajoy y el PP merecen cierto crédito por la segunda parte de la intervención. No sólo anunció con claridad las medidas tomadas hasta ahora, sino que también adelantaron futuras acciones. Una de ellas, que llama la atención porque constituye una oportunidad clara para golpear a los rivales es que el presidente de gobierno español anunció la negociación con grupos de la oposición un paquete de reformas contra la corrupción, con lo que se muestra dialogante; pero aún más es su afirmación de que la aprobación del paquete no puede esperar, y que será aprobado con o sin el apoyo de los demás partidos. Rajoy lanza la pelota al campo opositor, pero sin promesas de esperar su decisión.

Para el presidente de gobierno era fundamental esto, hay políticos decentes, por ello no quiere que se lance al niño con el agua sucia. Como dice en un momento se trata de “codicia personal de cargos públicos” y no de las organizaciones. La culpa es individual, no asunto de los partidos.

Un Rajoy más decidido se coloca junto a las instituciones respetadas por sus conciudadanos
Un Rajoy más decidido se coloca junto a las instituciones respetadas por sus conciudadanos

Asimismo, Rajoy se coloca al lado de la institucionalidad. Por mucho rechazo que tengan los partidos, las instituciones del Estado siguen gozando de cierto respaldo. Los ciudadanos confían en sus tribunales y sistema de justicia.

Que el presidente de gobierno demuestre su confianza en ellos no va en dirección de mostrarse como un ciudadano “indignado” más, sino que, en conjunto con afirmaciones previas sobre las investigaciones y detenciones producto de la Operación púnica, se evidencie ante la ciudadanía desesperanzada que existen componentes del Estado que merecen su confianza.

¿Qué nos está mostrando el discurso de hoy? Entre otras cosas a un Rajoy más decidido, si se quiere, dentro de su imagen de persona tranquila, pausada. Pero es clave el tercer momento del discurso. Si bien en la primera parte Rajoy se disculpa y se pone del lado de quienes puedan ser críticos o estar decepcionados de la política, también pide que no se deseche el conjunto de políticos por unas cuantas manzanas podridas.

Finalmente, en los cerca de 4 minutos de intervención, queda claro algo decisivo. El gobierno del PP se prepara para lavar su imagen al mismo tiempo que aprovecha esta intersección entre la agenda de los medios y la ciudadana para empalmar el mensaje de que el gobierno está alineado con ambas y que se aboca a la resolución de uno de los problemas coyunturales mientras prosigue su avance en los estructurales como el empleo y la recuperación económica.

¿Cómo reaccionará la ciudadanía? ¿Servirá esto para que el Partido Popular recupere impulso electoral? Son interrogantes muy nuevas como para responder ahora, amanecerá y veremos qué piensan los españoles.

Aquí el video completo de la intervención, juzguen por sí mismos.

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